[Escribí esto hace algunas semanas: https://vientosur.info/spip.php?article16051
Como el debate continúa, reproduzco aquí el primer parágrafo (también para dar indicaciones de lectura a las y los interesados).]
Hay un doble juego que encuentra uno practicado con regularidad en ciertos discursos de izquierda. Por una parte, se elogia la resistencia de los pueblos indígenas, con sus sabidurías ancestrales y su cosmovisión de la Madre Tierra (lo cual se desdeña como “pachamamismo” desde otros sectores de izquierda). Pero, por otra parte, se rechaza la perspectiva sociocultural gaiana y la teoría Gaia que subyace a aquella (y que en realidad es hoy “ciencia dura” o estándar entre quienes cultivan las ciencias de la Tierra, al menos en la versión de “Gaia homeostática”).[1] Eso cuando no se denuncia directamente esa perspectiva gaiana como “ecofascismo místico”, evidenciando un notable desconocimiento del trayecto que ha seguido la (primero hipótesis y luego) teoría Gaia a lo largo del último medio siglo.[2]
Pero ese doble juego es incoherente,[3] pues la Madre Tierra es Gaia desde un plano más emocional (y desde ciertas tradiciones culturales), y Gaia es la Madre Tierra desde el plano científico (sin que ello suponga despreciar las emociones). De hecho, practicarlo revela cierta mentalidad colonial encubierta: dejemos a aquellos pobres ignorantes que cultiven sus inadecuadas pero útiles representaciones pachamamistas, pero no permitamos que Gaia desbarate nuestra racionalidad parcelaria occidental trabajosamente construida… Como apunté, no obstante, la teoría Gaia no va en contra de la racionalidad científica (aunque muchos aspectos de la misma requieran en Occidente un encaje cultural mejor), sino que se sitúa en su seno y la amplía. No es para estudiarla en las Facultades de Teología sino en primer curso en las Facultades de Ciencias.[4] Tenemos que remitir, aquí, a los trabajos de Lynn Margulis, Isabelle Stengers, Carlos de Castro y Bruno Latour, que nos proporcionan la base racional para un sentido común mejor (gaiano) que el que hoy prevalece.[5]
[1] Véase Timothy M. Lenton, Sébastien Dutreuil y Bruno Latour, “Life on Earth is hard to spot”, The Anthropocene Review, 16 de mayo de 2020; https://journals.sagepub.com/eprint/TP6Z5BITNVTTP4PJN8AA/full
[2] Carlos de Castro, “En defensa de una teoría Gaia orgánica”, Ecosistemas vol. 22 num. 2, 2013; https://www.revistaecosistemas.net/index.php/ecosistemas/article/view/744
[3] También se ha denunciado el discurso supuestamente misantrópico de quienes han sugerido que el virus somos nosotros. Pero “el virus somos nosotros”, cuando lo dice alguien como Eliane Brum, no revela ningún nihilismo ni sospechosas derivas impolíticas. Apunta a que quizá tenemos, además de un problema fenomenal con el capitalismo, un problema civilizatorio (¿y quizá antropológico?) más profundo. Y eso incomoda, claro, porque nos pone las cosas aún más difíciles.
Debería bastar un minuto de reflexión, y escuchar a alguna de nuestras amigas hablar de patriarcado, para darse cuenta de que “el virus es el capitalismo” (arrojado contra quien enuncia que “el virus somos nosotros”) supone una simplificación que no ayuda mucho. Y luego hay otro aspecto importante que aparece invirtiendo la fórmula: nosotros somos virus. Literalmente, holobiontes de virus y bacterias combinados a lo largo de 3.800 millones de años de coevolución, en el planeta simbiótico que tan bien estudió Lynn Margulis.
[4] De hecho, antes. Hay ya buen material sobre Teoría Gaia para primer curso de la ESO (Educación Secundaria Obligatoria): https://www.fuhem.es/materiales-curriculares-ecosociales/
[5] Lynn Margulis, Planeta simbiótico, Debate, Madrid 2002; Lynn Margulis, Una revolución en la evolución. Universitat de València 2002; Lynn Margulis y Dorion Sagan, Microcosmos, Tusquets, Barcelona 1995; Lynn Margulis y Dorion Sagan, ¿Qué es la vida?, Tusquets, Barcelona 1996; Paco Puche, La simbiosis, una tendencia universal en el mundo de la vida. La cosmovisión de Lynn Margulis, Eds. del Genal, Málaga 2018; Paco Puche, Lynn Margulis: una revolución en la biología, Eds. del Genal, Málaga 2020; Isabelle Stengers, En tiempos de catástrofes, NED eds., Barcelona 2017; Carlos de Castro, El origen de Gaia, Editorial @becedario, Badajoz 2008; Carlos de Castro, Reencontrando a Gaia, Eds. del Genal, Málaga 2019; Bruno Latour, Cara a cara con el planeta, Siglo XXI, Buenos Aires 2017; Bruno Latour, Dónde aterrizar, Taurus, Madrid 2019.