«(…) Todos intuimos que Millet no irá a la cárcel nunca; ya se exhibe en silla de ruedas, pronto aparecerá además con un brazo escayolado. También que Blesa, el terrorista social, logrará liquidar al juez Elpidio con la ayuda del peso de la ley y la justicia. Que las falacias que aparecen en los medios sobre la mejoría de nuestra economía, se parecen a las palabras de los médicos a los familiares de los pacientes en una UVI. Las elecciones europeas serán la prueba del desprecio absoluto de la ciudadanía a sus instituciones. Pero no se darán por enterados. Saber que los directivos bancarios mejor pagados de la Unión Europea son los griegos y los españoles, no afectará a nadie, porque nadie lo va a contar por lo menudo.
Confieso que dentro de las tropelías que más me han llamado la atención de los últimos meses está la de Arenys de Mar. Una aspirante a un puesto de trabajo, Clio Almansa, hubo de soportar una prueba digna de la edad media. Un ejecutivo reunió a los aspirantes, dejó caer un billete de 50 euros y gritó: el que se lo quede contará con el primer trabajo, del que se descontará el valor del billete. Lo soltó y los aspirantes se pelearon. La chica presentó una denuncia por diferentes heridas en la pelea. La empresa se llama Ecoline 2010, ocurrió en Arenys de Mar, zona liberada de españolismo, y el asunto lo lleva el juzgado n.º 5 de Mataró.»
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