Gaza vive bajo un asedio criminal que le ha convertido en la mayor prisión del mundo al aire libre. Desde el 7 de octubre el gobierno de Netanyahu está cometiendo un genocidio en la franja de Gaza. Después de 6 meses de ataques indiscriminados, Israel ha asesinado a más de 35.000 personas, más de 14.000 niños, y hay más de 12.000 desaparecidos y 71.000 heridos. El 70% de las áreas urbanas han sido destruidas, miles de personas han sido detenidas y sometidas a condiciones infrahumanas y el ministro de exteriores amenaza hoy con exterminarlas.
Ante un bloqueo criminal y un genocidio retransmitido en directo, la sociedad civil, las organizaciones y todas las personas del mundo no podemos quedarnos paradas y debemos reclamar a las instituciones que cumplan con sus obligaciones y hacer todo lo posible para detener la barbarie.
La Flotilla de la Libertad es hoy una iniciativa más necesaria que nunca. Ante los actos de genocidio y la inoperancia de los estados en la defensa de los Derechos Humanos es necesario movilizar y emprender todas las iniciativas posibles para aumentar la presión y detener el Genocidio. La población palestina no puede esperar. Los ataques continúan todos los días y la situación de hambre impuesta es hoy ya insoportable. Las medidas preliminares del Tribunal Internacional de Justicia ordenadas contra Israel exigen que todo el mundo ponga de su parte para acabar con el genocidio que se está produciendo en Gaza, incluido el acceso sin obstáculos a la ayuda vital. Mientras nuestros gobiernos no lideren estas respuestas humanitarias que se necesitan con urgencia, las personas con conciencia y nuestras organizaciones de base deben actuar para asumir el liderazgo. No es suficiente con denunciar las injusticias, sino que hay que hacer todo lo posible para detenerlas. “Cuando los gobiernos fracasan, ¡nosotros navegamos!».
El genocidio en Gaza amenaza hoy un orden basado en los principios del Derecho Internacional, la defensa de un mundo basado en las normas de los Derechos Humanos, la libertad, la justicia y la igualdad está hoy en nuestras manos.