un paisaje lamentable

Al fenomenal avance del poder del capital en esa lamentable fase de la historia de la humanidad que llamamos neoliberalismo (y que se extiende desde 1980 aproximadamente hasta nuestros días) le corresponde, en el plano subjetivo, el avance de la codicia, el miedo y el narcisismo. El paisaje sociopsicológico que de ello resulta no es cosa grata de ver…

Se ha repetido muchas veces, en los últimos tres lustros, el dictum de Frederic Jameson: nos resulta más fácil imaginar el fin del mundo que el final del capitalismo. Habría que endurecerlo: en sociedades como la española, tácitamente, aceptamos antes el ecocidio, el genocidio y el exterminio de nuestros seres queridos –comenzando por los hijos y los nietos— que poner en cuestión el capitalismo.