«-Creo que afirmas [en tu reciente libro] que los liderazgos son necesarios o, cuanto menos, inevitables. ¿Por qué? ¿Una sociedad buena no debería evitar, en la medida de lo posible, el destacado papel que ejercen los lideres en nuestras sociedades?
-De nuevo tengo que recurrir a lo que he visto durante muchos años y en muchos sitios. No veo posibles los conjuntos sociales articulados –partidos, asociaciones, movimientos…- sin liderazgos. Por eso pienso que es deseable partir de esa constatación y abordar los liderazgos como algo inevitable que debe ser encauzado de la mejor manera posible.
-La existencia de los líderes, ¿no es un claro indicio de nuestra insuficiencia como ciudadanos? Si hiciéramos lo que nos toca hacer, ¿para qué los necesitaríamos?
-El hecho, guste más o menos, es que las capacidades para discernir, para orientarse, para actuar… están desigualmente repartidas. Como también lo están las disposiciones respecto al compromiso social y a la dedicación práctica: no todo el mundo es igualmente propenso a consagrar una parte de su vida a una actividad social. Quienes tienen mayores capacidades y aceptan asumir mayores responsabilidades suelen obtener un mayor reconocimiento y ocupan lugares más destacados en las estructuras colectivas.
-Me he olvidado antes: ¿qué es un liderazgo personalista? ¿A qué llamamos líder indiscutible? ¿No es eso, bien mirado, peor que lo peor?
-Pienso que los liderazgos son necesarios e inevitables. Pero, hay grados y formas. Los hiperliderazgos muy potentes e incuestionables tienen un lado peligroso. Su peso es fuente de desigualdad y torpedea las deliberaciones racionales y las decisiones democráticas…»
- Texto completo en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=197766