“Claro que existe el mal. Se puede ver desde el punto de vista católico, pero también sin ideología. Todo ser humano sabe cuándo lo practica. Pero cada acto violento es fruto de una herida. Nadie por sí mismo quiere dañar a nadie. Solo los niños, cuando se pelean por cuestiones egoístas. Mire, para existir en una comunidad son necesarias reglas. Y el deber básico del ser humano consiste en reducir sus egoísmos para existir en esa comunidad. No hace falta ser muy inteligente para entenderlo. La ley es necesaria porque limita nuestro egoísmo, aunque no quiere decir que la que tenemos sirva para mantener el bien y eliminar el mal. Los abogados son maestros en alterar eso. El mal es lo que quita al otro la posibilidad de vivir como yo. Esa es la frontera, eso es el mal. ¡Voilà! Da igual en qué religión o en qué forma de Estado”.
- La entrevista completa en http://cultura.elpais.com/cultura/2013/02/12/actualidad/1360680566_058620.html