El bosque está en llamas. Los animales huyen despavoridos, los grandes animales: ciervos, leones, búfalos, osos, elefantes. Pero un colibrí desciende a un arroyo, toma una gota de agua en el buche, vuela contra el muro de llamas y la deja caer allí. Los demás animales le reprochan su temeridad y le dicen que, además, una gota de agua contra tan grande incendio no servirá de nada. El colibrí les responde: yo ya he hecho mi parte, y voy a seguir haciéndola.