vamos allá…

El 21 de octubre de 2011 recibí una electromisiva (imeil, emilio, correo electrónico) del señor Vicedecano de Espacios y Tecnologías de la Información de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Madrid donde anunciaba la próxima extinción de las “páginas del profesor” vigentes en la UAM, “tras los problemas técnicos ocurridos con la carga de datos en el inicio de curso”. Se instaba a los profesores a migrar a la plataforma Moodle, como si se tratase de lo mismo: la “página del profesor” era de acceso abierto, una ventana universitaria franca hacia el mundo exterior, mientras que Moodle es una herramienta de uso académico exclusivamente volcada a la docencia en redes cerradas de profesores y alumnos. En fin, un paso más hacia esa universidad española burocratizada, tecnocratizada y ensimismada que dibuja el proceso boloñés (continuado en la “Estrategia Universidad 2015”), donde la apertura a la sociedad se entiende básicamente como disposición a dejarse colonizar por las empresas privadas…

Para mí era un contratiempo: desde mi llegada a la UAM en el verano de 2009 había encontrado útil la “página del profesor” y le había dado bastante uso.

Todo ello me ha conducido a reconsiderar mi personal –y más bien reticente– “política de medios” y decidir, tras alguna cavilación, iniciar este blog, con una configuración que permitirá también el acceso abierto a numerosos documentos que pudieran interesar al público en general (sobre cuestiones de ecología política, pensamiento ecológico, poética, y los demás campos por donde vagabundeo, reflexiono y trato de ayudar un poco). Agradezco a Daniel Bellón y a Alfonso Serrano, más fajados que yo en estas lides, el auxilio técnico que tan amablemente me han prestado.

Ahora que el blogger ya ha sido decretado figura demodé, envejecida por la pujanza de las “redes sociales” en el ciberespacio, quizá no sea un mal momento para –anticíclica, intempestivamente— abrir un espacio así. Los precedentes en mi caso son claros: tres “diarios de trabajo” escritos desde 2002 (Una morada en el aire que publicó el benemérito Miquel Riera en Libros del Viejo Topo, Bailar sobre una baldosa que el no menos benemérito Nacho Escuín dio a luz en Eclipsados, y La pluma del arrendajo, de próxima publicación, también en Eclipsados, la pequeña editorial zaragozana). En una reseña de uno de estos libros alguien habló del “blog de Jorge Riechmann”: bueno, no existía entonces, pero helo aquí.

No será éste un blog de intimidades, pero espero que no le falte resonancia cordial. Allá vamos…