Ya tenemos –desde el 15 de noviembre de 2014— a Pablo Iglesias como secretario general… ¿Qué cabe esperar? En su discurso inicial en el madrileño Teatro Nuevo Apolo, calificó a Podemos como “escoba para barrer la sociedad”. Éste es el trabajo de Hércules en los establos de Augias: limpiar la asfixiante acumulación de mierda intramuros de la ciudad.
Pero si miramos por encima de esas murallas, ¿cabe esperar que de verdad cambie nuestro metabolismo ecológico-social en los reducidísimos plazos de que quizá aún dispongamos para evitar la catástrofe? Hagamos frente a los hechos –entre los cuales no es el menor la clase de subjetividades que han configurado más de tres decenios de hegemonía neoliberal–: nada indica que se den las condiciones para la revolución que sería necesaria (una revolución a la vez económica, sociopolítica y cultural).
Chapeau ante los treintañeros que van a lograr echar al PPSOE del poder… El problema es que uno aspiraba a un poquitín más: evitar la autodestrucción de la humanidad.